La red de caminos sirvió como única vía para movilizar las recuas de mulas que transportaban el café en el naciente mercado cafetero. Algunos tramos fueron destruidos y reemplazados por carreteras que conducen a fincas pero en los últimos años se han recuperado para el turismo ecológico y como memoria latente de nuestra historia. Actualmente se encuentran varias haciendas cafeteras, vestigios de antiguas casonas así como pequeños remansos de bosque natural, que conservan gran parte de los caminos originales.
El recorrido presenta cambios drásticos de clima, pasando de la zona montañosa de páramo y subparamo, donde esta ubicada Bojaca hasta clima medio tropical del corregimiento del Ocaso, debido al el declive de la cordillera que nos lleva al valle del Magdalena lo cual le permite al visitante disfrutar de diferentes paisajes, vegetación y fauna.
Los expertos en estos caminos recomiendan a los visitantes iniciar la caminata desde la plaza central de Bojacá, para luego tomar las calles periféricas de la población, y salir a la carretera que sigue el trazado del viejo camino de herradura que llevaba a Zipacón, El Ocaso y La Esperanza. 25 minutos mas tarde, luego de ascender al punto mas alto de la vía se descuelga el empedrado del viejo camino, zigzagueando entre fincas y bosque de niebla. Cruza varias quebradas y casa antiguas, para luego de casi 5 horas dejarnos en las inmediaciones del corregimiento de El Ocaso.
Un corregimiento como muchos de Colombia, pequeño, colorido, caluroso y de gente amable que le brinda al caminante un sitio de descanso y paz antes de regresa a la ruidosa ciudad.
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